A principios de los años 50, San Donato Val di Comino era un municipio que aún mostraba las huellas de la guerra y la devastación. La población estaba tan probada por la falta de trabajo que en 1948 y 1951 se rebeló con diversas protestas que desembocaron en la Huelga a la Inversa. La nueva clase política y la parroquia intentaron por todos los medios sacar al país de la miseria. El abad párroco Donato Di Bona se dio cuenta de la necesidad de hacer algo por la juventud y animar a los conciudadanos a reunirse. Junto con su estrecho colaborador Tonio Fabrizio, ya comisario de la prefectura de San Donato en los primeros años de la posguerra, decidió construir una sala de cine y teatro para ofrecer a la juventud y a la población nuevas oportunidades de recreo y cultura.
Construcción de naves
En 1949, cuando se constituyó la ACEC (Associazione Cattolica Esercenti Cinema), había más de 3.000 cines parroquiales en Italia: en 1953 llegaron a ser 4.000, y en 1955 superaron los 5.500. Donato pensó que conectarse a ese circuito era la mejor solución. Las obras de construcción de la sala comenzaron tras la huelga de 1951. El lugar elegido fue un terreno adyacente a la iglesia de Santa Maria e San Marcello (Catedral). Al ser un lugar de enterramientos antiguos, se excavó y se llevaron los restos de los cadáveres. Una vez recuperado el terreno, se levantó la estructura, que consistía en una taquilla, la sala del proyeccionista, un auditorio coronado por la galería, el escenario, un par de salas de servicio y aseos. La capacidad era de unos 150 espectadores sentados, mientras que la seguridad estaba garantizada por dos salidas de emergencia.
El cine entra en funcionamiento
El periodo de mayor éxito del cine fue entre 1953 y 1956. La sala, conocida como "Cinema dell'Abate", era la única de la ciudad, ya que el cine "Regina Elena", construido en 1931 en la calle del mismo nombre, había sido cerrado durante la guerra. El "Cinema dell'Abate" se convirtió así en un lugar de reunión, entretenimiento y medio de conocimiento e información, gracias a los noticiarios. Para los jóvenes, que disponían de pocos pasatiempos, las proyecciones constituían una atracción irresistible: tenían lugar los sábados y domingos, a las 20.00 y se repetían a las 22.00. Los sábados por la tarde se proyectaban documentales para los niños del catecismo: si aparecían escenas con bailarinas o besos, Don Donato "tapaba" el proyector con una escoba. Los niños de la época recordaban bromeando que "la escoba estaba siempre a punto".
Películas en programación
Donato se encargaba de conseguir películas de las grandes distribuidoras (MGM, Columbia, Scalera, Cineriz, Romana Editrice Film de San Paolo), eligiendo para la programación los grandes éxitos del momento, películas espectaculares, algunos westerns y las inevitables películas de temática religiosa. Quo vadis (1951), La maschera nera (1951), Figli di nessuno (1951), La nemica (1952), Vedi Napoli e poi muori (1952), Passione (1953), Sette spose per sette fratelli (1954), Giulietta e Romeo (1954), Il conte di Montecristo (1954) siguen en la memoria de los sanmarinenses. Los mayores éxitos de público fueron: Lo que el viento se llevó, a pesar de que se rodó en 1938; Carmen, un colosal italo-francés, rodado en 1942 en San Donato, que se proyectó durante seis fines de semana con dos pases diarios; Pan, amor y fantasía (1953), en la que se menciona el bosque de Forca d'Acero, en la zona de San Donato.
Organización de la sala
De la organización del cine se encargaron Donato Di Bona, Clelia Mazzola y Gianni Fabrizio. La taquilla se confió a la joven Emilia Ciccone. En la puerta, arrancando las entradas, estaba Donato Leone (San Crëspinë), mientras que los proyeccionistas eran Antonio Salvucci (Z'zzogna), que poco después emigró a Estados Unidos. Antes de partir, enseñó el oficio a Elio Rufo, de 14 años, que contó con la ayuda de su contemporáneo Luciano Leone. Más tarde, desde el cine Capitol de Sora, llegó Antonio Di Vito (Dindò), que no sólo ayudaba en las proyecciones, sino que también traía a San Donato las últimas películas estrenadas.
El fin de una era
La crisis del "Cinema dell'Abate" comenzó en 1957, cuando se construyó el cine "Valle" en Via Aiadonica. La moderna y vanguardista estructura proyectaba películas de estreno y pronto se convirtió en un punto de referencia no sólo para el Val di Comino. El Cinema dell'Abate se convirtió en un simple salón parroquial y teatro. A principios de la década de 2000, fue renovado por el nuevo abad-párroco Don Akuino Toma Teofilo.