El Albergo Gaudiello ha sido uno de los negocios históricos de San Donato. Los primeros vestigios documentados se remontan a 1901. El Albergo constaba de siete habitaciones y un piso contiguo, con un total de treinta camas. La entrada estaba en la Piazza Municipio, mientras que las habitaciones daban al segundo piso, Via Orologio, frente al Ayuntamiento Viejo. Frente al Albergo se encontraban las otras actividades de la familia: un "Spaccio di Vino" (tienda de vinos), la tienda de tejidos e hilos y la panadería.
En los años veinte, el hotel estaba regentado por Anna Cautilli, esposa de Domenico Gaudiello. En agosto de 1940, con la llegada a San Donato de las primeras internadas extranjeras, el hotel alojó a algunas damas judías: Grete Bloch, amiga y confidente de Kafka; Grete Berger, actriz internacional de cine mudo; intérprete de las grandes películas del expresionismo alemán; Klara Babad, propietaria de una editorial en Checoslovaquia.
En el verano de 1942, algunas actrices de la película Carmen y Arturo Ambrosio, director de producción. La película fue una importante obra cinematográfica franco-italiana, realizada con la ayuda de grandes medios, escenografías y el uso de caballería militar. Debido al armisticio del 8 de septiembre de 1943, la película fue bloqueada por los alemanes. Una vez finalizada la guerra, en 1945, se distribuyó en Europa y Estados Unidos, obteniendo una importante respuesta del público y la crítica.
Tras el armisticio del 8 de septiembre de 1943, San Donato y el valle del Comino fueron militarizados y ocupados por las tropas alemanas como retaguardia del frente de Cassino. El primer piso del hotel Gaudiello (el piso con balcón) fue requisado y se convirtió en una oficina cuya posición permitía controlar las actividades que se llevaban a cabo en el Ayuntamiento. Durante la redada de judíos del 6 de abril de 1944, Grete Berger y Klara Babad fueron detenidas en el interior del edificio.
En el hotel se alojaban turistas de camino a Forca d'Acero, vendedores ambulantes, cazadores, gente de paso y estudiantes de viaje. Entre ellos había alumnos del instituto Tulliano de Arpino, de viaje a San Donato para practicar esquí y senderismo. La detención de los internos judíos apenó tanto a la propietaria que poco después cerró el negocio.