Via Pedicata es una calle de origen medieval que conecta el antiguo pueblo de San Donato con Via Marsicana, el camino que lleva a Forca d'Acero y Abruzzo. Lo característico de esta calle empinada y pintoresca son las habitaciones y bodegas de la planta baja utilizadas por la población civil como refugios durante la Segunda Guerra Mundial.
En previsión de la llegada del frente, los soldados alemanes hicieron excavar varios refugios en las montañas del pueblo. Estos refugios, construidos por trabajadores sandonatenses, aún pueden visitarse hoy en día. Del 5 de noviembre de 1943 al 5 de junio de 1944, el pueblo fue objeto de varios bombardeos y ataques aéreos.
Hubo muchos daños, causados principalmente por los aliados, que provocaron destrucción y varias muertes entre la población de Sandonata. La misma situación se produjo en todo el país: al final de la guerra, hubo más de setenta mil víctimas civiles.
San Donato bajo las bombas
El 5 de noviembre de 1943, con el ataque aéreo sobre la contrada Chiaie, comenzó la serie de ataques aliados sobre San Donato: las bombas aéreas hirieron gravemente a dos personas, derribaron una casa y dañaron otras. En enero de 1944, los Aliados iniciaron la Primera Batalla por Cassino intentando la ruptura de la Línea Gustav en Val di Comino. Durante todo el mes, según los informes oficiales, la ciudad sufrió bombardeos y ataques aéreos.
Los alemanes avisaron a la población del inminente bombardeo activando una sirena montada en un camión situado en la Piazza Umberto I (hoy Piazza Libertà). Los ataques más importantes de los aliados tuvieron lugar el 9 de marzo, el 18 de marzo, el 21 de abril, el 12 de mayo y el 15 de mayo, con bombardeos sobre el centro de la ciudad que dañaron la Casa Municipal y provocaron daños importantes en numerosos edificios.
Los alemanes en retirada atacaron San Donato con artillería del 1 al 5 de junio. Hubo daños considerables en las casas, cinco muertos y varios civiles gravemente heridos.
Regulación de los refugios antiaéreos
En 1933, el Ministerio de la Guerra publicó las primeras normas para la construcción de refugios y la protección de los edificios existentes. Al año siguiente, con un Real Decreto de 5 de marzo de 1934, se redactó el Reglamento para la protección antiaérea del territorio nacional y de la población civil.
El 31 de agosto se crea la UNPA (Unione Nazionale Protezione Antiaerea) con el objetivo de promover la construcción de refugios para particulares y la creación de equipos voluntarios de protección antiaérea. Los equipos surgieron de la colaboración entre el Partido Fascista, el Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja.
En 1936, dos nuevos decretos obligaron a construir refugios antiaéreos en todos los edificios nuevos.
De los búnkeres a las cuevas
La ciudad donde se construyeron las obras defensivas más importantes en previsión de posibles ataques aéreos fue Roma. Además de refugios improvisados para la población, se construyeron refugios para garantizar la seguridad de los dirigentes del Estado. En la capital están documentados doce refugios y búnkeres antiaéreos, casi todos construidos siguiendo instrucciones de Mussolini.
Técnicamente eran a prueba de bombas y presentaban soluciones de ingeniería tecnológicamente avanzadas. El 4 de febrero de 1943, con la guerra en marcha, el Ministerio del Interior ordenó que las cuevas naturales, los lugares kársticos y las grutas se convirtieran en refugios públicos. El aviso sonaba mediante silbatos de sirena, toques de campana o cañonazos.